¿Te pasa a veces que las pautas que ofreces en una sesión no llegan a cumplirse? ¿te sientes estancado en el trabajo con el niño o la niña porque no se producen cambios o los cambios se dan por periodos muy cortos, volviendo a reaparecer los síntomas pasado un tiempo?
Trabajar con familias genera, a menudo, ciertas resistencias, especialmente en los terapeutas jóvenes, que presentan miedo a ser juzgados o no validados. ¿Quién no ha estado ahí?. A todas nos ha pasado.
Pero, algo que el profesional que realiza intervención infanto-juvenil debe tener claro es que, si queremos lograr mejoras profudas, debemos incluir en el proceso terapéutico a las familias; sin ellas, no habrá generalización.
En la mayoría de los casos el contexto actúa como elemento reforzador del síntoma, por lo que, si no realizamos un trabajo con los referentes, el trabajo con los menores nos quedará insuficiente.
Y cuando digo trabajo, no me refiero a pautas y «deberías». Me refiero a un trabajo de conexión con sus propias emociones, sus miedos y sus defensas. Si los cuidadores no se implican activamente en el trabajo terapéutico, van a inhibir el trabajo realizado con el menor, especialmente cuando el síntoma tiene que ver con heridas de apego o generacionales.
Trabajar con familias supone un gran reto, ya que implica analizar las dinámicas relacionales y empoderar competencias parentales. Las terapias basadas en el apego intentan, a través de la relación terapeuta-paciente, establecer espacios de apego seguro, donde el paciente descubre una nueva forma de estar, pensar y sentir el mundo, reparando las carencias vividas en sus primeras relaciones afectivas.
Esta mirada empodera las relaciones afectivas y ofrece la oportunidad a los pacientes de que exploren sus emociones, amplíen su tolerancia a ellas y flexibilicen sus respuestas ante el estrés, favoreciendo así el desarrollo emocional y en caso de los padres y madres, empoderen sus competencias parentales.
Este curso nace de la necesidad de hacer hincapié en que los padres y las madres también tienen sus historias de apego, sus miedos y sus inseguridades. Trabajando con psicólogos/as infantiles en mi día a día, desde la práctica clínica, hasta en la universidad, me doy cuenta de que parece que el trabajo con familias sea cuestión de dar pautas. Parece que dando un tip concreto, las personas puedan solucionar las cosas en un momento. Y la verdad, es que la marentalidad/parentalidad es mucho más compleja que eso. Por ello, en este caso, me centraré en el trabajo en las competencias parentales, el apego y regulación adulta. Buscando enfocar el trabajo con familias en el trabajo del empoderamiento, la regulación, los recursos y la seguridad.
Serán sesiones en directo, pero tendréis a vuestra disposición vídeos grabados con materiales de profundización y diversos recursos complementarios.
Además, incluyo una sesión de supervisión grupal adicional para quien lo solicite una vez terminado el curso.
Y por supuesto, habrá un espacio donde compartir todas las dudas y reflexiones que podamos tener.
10 horas de formación + 1 sesión de supervisión grupal + materiales adicionales
fechas próximamente
Si eres una entidad o si sois un grupo de personas interesadas en el tema se puede adaptar el temario a vuestras necesidades haciendo cursos personalizados.
Ya he podido compartir esta formación con diferentes entidades como Fundació Acció Social Infància (FASI), el Colegio profesional de psicólogos de Aragón o el Gobierno de Aragón.